

Es el primer día de la semana y todos en la oficina tienen el conocido síndrome de lunes. Todos menos Alejandra, quien regresa a la oficina después de una semana de vacaciones sonriendo y recargada de buena energía.
Ella no puede dejar de hablar de su viaje y frecuentemente está mostrando a sus compañeros las fotos en su celular, que muestran las montañas escaladas y los ríos que calmaron su sed, cada una de las actividades que practicó.
Habla de la deliciosa comida y las increíbles personas que conoció. Y en un ademán de felicidad señala que hasta perdió unos kilitos que tenia de más.
Estas en silencio, algunas veces haces preguntas referentes a su viaje, estas feliz por ella por supuesto, pero sientes un poquitín de celos (bueno en realidad estas muy celoso), inmediatamente empiezas la búsqueda del destino de tus vacaciones que están a punto de iniciar.
Pues bien Alejandra es la respuesta a ¿Por qué viajar con nosotros? No es solamente por los paisajes de selva, mar, montañas o poblados, o por las actividades de senderismo, kayak, ciclismo, cabalgatas. O por las deliciosas comidas y esmerados alojamientos. Es por el resultado en el espíritu de nuestros invitados, ellos llevan esa energía pura, tomada de la madre tierra para irradiarla en su hogar, la oficina o centros educativos. Esta es nuestra motivación.
¿Por qué viajar con nosotros?
