A medida que las personas van adquiriendo madurez, aumenta su necesidad y capacidad de dirigir el aprendizaje por ellos mismos, así como la capacidad de utilizar su experiencia personal como recurso para el aprendizaje y organizar el aprendizaje en función de los problemas de su vida. El proceso de aprendizaje tradicional es una experiencia pasiva que los adultos no suelen tolerar.

Basados en esta situación que la andragogía trata, ofrecemos un proceso experiencial, con características sinérgicas que permite incrementar el pensamiento, la autogestión, la calidad de vida y la creatividad del participante adulto, con el propósito de proporcionarle una oportunidad para que logre su autorrealización.

Somos conocedores de la premisa organizacional “lo que no se mide, no se controla y lo que no se controla, no se puede gestionar”. Por esta razón en cada intervención realizada, se desarrollarán indicadores específicos para ilustrar la situación del grupo en cada fase del proceso.

Diseñamos y operamos, con sumo detalle, seguridad y profesionalismo, programas experienciales en campo abierto, haciendo muy concreta la posibilidad de personalización del producto que ofrecemos al mercado.